Entrevista a K. Satchidanandan, y algunos poemas



Muchos de los que asististeis a ExPoesía en Soria os quedasteis prendados de la voz y la palabra de K. Satchidanandan, el poeta en lengua malayalam. Para que conozcáis mejor su obra, hemos preparado esta entrevista en la que nos habla de su concepción del lenguaje, su concepción de la cultura, de las fronteras, y en la que despliega todo su ingenio y erudición. Los acompañan algunas versiones de su poemas en traducción de la versión inglesa del propio autor. Dentro de poco empezaremos a colgar poemas suyos traducidos directamente de la lengua materna por nuestro nuevo fichaje, Manjula Balakrishnan.






ARAVALI: El objetivo de nuestra colección, Aravali, es dar espacio y voz a las lenguas mal llamadas vernáculas del subcontienente indio, que en ocasiones se encuentran en conflicto con la preponderancia del inglés. Y usted es el mayor poeta vivo en lengua malayalam pero al mismo tiempo tiene una profunda relación con la poesía en inglés, que enseñó durante más de 25 años. ¿Cómo surgió todo esto, y cómo se fue desarrollando?

K. SATCHIDANANDAN: No estoy seguro de ser el mayor poeta vivo en malayalam. Es un fardo demasiado pesado para mi, pues hay autores ya maduros a los que quiero y respeto mucho.
Es cierto que escribo poesía exclusivamente en malayalam, mi lengua materna, pero me parece algo completamente natural. Creo que prácticamente todos los poetas escriben en su lengua materna, excepto cuando hay razones o circunstancias especiales que los persuadan a elegir otra. Kerala tiene una tasa de alfabetización del 100%, y una vibrante cultura escrita . Mi postgrado y doctorado fueron en inglés: fue una elección para saber más sobre la literatura universal. Creo que el inglés actúa como una ventana al mundo, si bien no encuentro la literatura inglesa particularmente interesante, con la excepción de algunos escritores como Shakespeare. Yo enseñé literatura inglesa durante 25 años, y he leído la gran mayoría de los poetas del mundo en su traducción inglesa. También he traducido unas 1600 páginas de poesía en malayalam usando como base la versión inglesa, aunque siempre con la ayuda de académicos de esas lenguas. Unas veces me junté con los poetas e hice las traducciones con ellos, como en el caso de mi colección de poesía sueca.
El caso es que no tengo problema alguno con el inglés: hoy en día, es una lengua india más. Siempre hemos convivido con muchas lenguas y que haya una más no va a cambiar mucho, si bien continuaremos resistiendo la hegemonía del inglés con todas nuestras fuerzas.
Yo tengo muchos amigos indios que escriben poesía en inglés, mayormente porque tienen más fluidez en esa lengua. Por varias razones: el haber sido educados en un medio anglófono, o haber sido separados de sus lenguas regionales -pues la mayoría son poetas metropolitanos que viven en Bombay, Delhi o Calcuta, o fuera de India.
Escribir en malayalam es mi elección personal, pues las raíces de mi poesía están en la infancia que viví en mi pueblo y todos mis recuerdos están por tanto en malayalam. Empecé a traducir mis propios poemas al inglés cuando me lo pidieron amigos que no lo hablan, y editores de revistas en inglés. Y al hacerlo, algunos editores incluyeron esos poemas en antologías de poesía india en inglés, pues consideraron que mis poemas caían dentro de su ámbito de acción. ¡Y quizás tengan parte de razón!

















Cactus

Mi lenguaje es de espinas.
Anuncio mi presencia
con un toque ensangrentado.

Hace tiempo, estas espinas fueron flores.
Detesto a los amantes que traicionan.
Los poetas han abandonado desiertos
para regresar a los jardines.
Sólo quedan aquí camellos y mercaderes,
que hacen polvo mis flores a patadas.

Una espina por cada escasa gota de agua.
No atraigo a las mariposas,
ningún pájaro me canta.
No me doblego ante la sequía.

Yo creo otra belleza,
más allá del claro de luna,
a este lado de los sueños,
un lenguaje afilado,
lacerante, paralelo.


A: La lengua malayalam, comparada con otras lenguas de India, es hablada por un número 'pequeño' de personas (unos 38 - 40 millones; claro, si lo comparamos con Europa...). ¿Qué espacio ocupa en términos de su relevancia cultural?

KS: Debido a su tasa de alfabetización del 100%, en Kerala hay multitud de bibliotecas y un hábito de lectura muy asentado. Esto hace que el panorama literario en malayalam sea muy vibrante y variado, lo que le ha llevado a ocupar una posición envidiable entre las lenguas de la India. Además, ha habido una importante labor de traducción de obras en lengua malayalam (ficción más que poesía, es cierto) al inglés y a otras lenguas de la India como el hindi. Se puede decir, por tanto, que los lectores indios en general reconocen este estatus.

A: En tu labor de poeta y traductor has defendido siempre una forma de poesía que integra en la lengua malayalam autores procedentes de otras lenguas y culturas. Me pregunto: ¿cómo puede la poesía en malayalam, y la tuya en particular, tener relevancia para un público global? ¿Es posible en tu opinión ir más allá de las fronteras culturales, las distancias geográficas y las limitaciones lingüísticas? ¿Y si es así, cómo?

KS: La verdad es que yo no pienso en un público global cuando escribo; habitualmente, no pienso en el público para nada. Escribo porque debo, guiado por una obsesión interior. Es natural que aquello que uno lee, y las culturas con las que se familiariza, tengan impacto en lo que uno escribe. La historia de Kerala, seguramente, tenga también algo que ver. Tenemos, o hemos tenido, casi todas las religiones del mundo aquí. Tuvimos budistas, jainistas y judíos, y aún conservamos importantes grupos de cristianos y musulmanes -junto a la mayoría hindú. Es decir, que tenemos cierta idea de esas culturas y sus textos fundamentales; por ejemplo, las referencias a la Biblia son comprensibles para cualquier lector de Kerala. Kerala tuvo también relaciones comerciales con Grecia, Roma, los árabes y otros pueblos de Oriente y Occidente. Una parte de Kerala fue gobernada por los franceses; los portugueses construyeron un fuerte muy cerca de mi pueblo natal; el primer diccionario y gramática completos del malayalam fue escrito por un misionario alemán; el primer manual histórico, por un recaudador de impuestos británico; y los británicos y escoceses jugaron un papel decisivo en la educación en Kerala. También se traduce y se lee mucha literatura mundial, hasta el punto de que cuando a un escritor se le preguntó quién era el autor en malayalam más popular, ¡respondió que Gabriel García Márquez!
Con esta sangre corriendo por mis venas, no puedo evitar ser global de manera instintiva. Y mis lecturas de otras literaturas han confirmado mi creencia de que la poesía es un lenguaje común, que puede cruzar fronteras con facilidad cuando toca el núcleo íntimo de la experiencia humana, incluso si está basada en experiencias fuertemente locales. En toda mi obra sólo hay un 30% aproximadamente que es intraducible, pues son articulaciones de ritmos y asociaciones lingüísticas tan fuertemente regionales que no se pueden transportar a otras lenguas. Esto incluye mi poema sobre mi propia lengua, 'Malayalam', y una serie de poemas dedicados al paisaje de Kerala y a sus poetas.



Frío, calor

En el frío de Delhi,
pienso en mi madre.
La primera calidez
en envolverme.

No pude llevar a mamá a Kasi,
ni siquiera a su arrullo.
Este remordimiento tiene un asiento reservado
en cada tren que viaja
entre Delhi y Benarés.

De pie, a la orilla del Ganges,
con mi compañera
pensé 'podría haber traido
las cenizas de mamá'.

No es que hubiera escasez de cenizas
ni de cadáveres allí
pero mamá había vivido
y muerto en la lengua malayalam.
'Ram nam sach hai'
le habría alienado.


Pero el Señor la comprendía
en su tranquilidad.
¿Acaso no se escondía ella
entre su pelo desordenado?
Aquí, fluye frente a mí
me deja lavarme en ella los pies
quizás no expíe mis pecados
pero es fresca como el afecto, manchado.

Al llegar a casa en Delhi,
abro el grifo:
aquí está el Ganges, purificado.
¿Cómo consiguió mamá
pasar por la tubería?

"Oh, tomé una poción mágica: la Muerte.
Ahora puedo tomar cualquier forma,
ir a cualquier parte".

La alcé entre mis manos.
Y me calmó,
en el calor de Delhi.



A: Se que has leído y traducido a muchos poetas en español: Pablo Neruda, Federico García Lorca, César Vallejo... ¿Cuál es tu relación personal con el mundo hispano y sus poetas?

KS: Para mi, España es como la patria de la poesía. He leído a muchos autores españoles en traducciones, y autores sudamericanos que escriben en español. Tengo una antología de poesía latinoamericana en malayalam que incluye poemas de Octavio Paz y César Vallejo, y una colección de poemas de Neruda. He traducido muchas baladas de García Lorca y su 'Llanto por Ignacio Sánchez Mejías', junto a poemas de Vicente Aleixandre, Rafael Alberti, Luis Cernuda y otros. ¡Pero por desgracia es la primera vez que visito España, mientras que ya he estado en casi todos los demás países de Europa!

A: Has publicado más de 25 libros de poesía, de modo que es muy difícil caracterizar tu escritura. Sin embargo, me da la impresión de que hay un aspecto de denuncia, de dar voz a los que no la tienen, que permanece. ¿Cómo llevas esto a cabo en tu escritura poética, y en tu obra en prosa?

KS: Uno no puede evitar expresar las contradicciones de la India en su propia escritura: un país rico espiritualmente y pobre materialmente, lleno de discriminaciones por razón de casta, creencia y género; en ocasiones, un país con regímenes autoritarios. Siempre he creído que una de las funciones de la poesía ha de ser hacer visible lo invisible, audible no inaudible, dar una voz a los que no la tienen y expresar lo no-expresado, incluso lo inexpresable. Que un escritor se declare o no 'comprometido' no es importante: si es alguien auténtico, el dolor y la indignación de su pueblo traspasarán a su escritura, más allá del elemento de juego que es consustancial al uso creativo del lenguaje. Después de todo, los escritores nos hablan de la condición humana -que hoy en día, por cierto, incluye también a la naturaleza-, y no pueden evitar escribir sobre los marginados. Yo introduzco estas preocupaciones en mi poesía de manera bastante sutil, y de forma más explícita en mi obra en prosa.


Gandhi y la poesía

Un día, un esbelto poema
llegó al ashram de Gandhi
para vislumbrar al hombre.
Mientras hacia girar el hilo
hacia Ram, Gandhi no percibió
el poema que lo esperaba
en la puerta
avergonzado por no ser bhajan.

El poema se aclaró la garganta,  
y Gandhi lo miró de reojo,
por esas gafas
que habían visto el Infierno.
'¿Has hilado alguna vez?', preguntó
'¿empujado el carro de un cartonero
soportado el olor de una cocina
a primera hora de la mañana
has pasado hambre alguna vez?'

El poema contestó: 'nací
en el bosque, de la boca de un cazador.
Un pescador me llevó a su aldea.
Es cierto, no trabajo, sólo canto.
Primero canté en las cortes de los reyes:
era entonces rollizo y hermoso.
Pero estoy en la calle ahora,
hambriento'.

'Eso está mejor', dijo Gandhi
con una sonrisa traviesa, 'pero tienes que abandonar
ese hábito de hablar en sánscrito a veces.
Vete al campo, escucha
el hablar de los campesinos'.

El poema se transformó en semilla
y se quedó esperando en los campos
a que viniera el arado
y revolviera el suelo virgen
húmedo con el rocío nuevo.



A: En 'Los locos', hablas de algunos 'locos' que no están locos como nosotros, y que pueden 'alcanzar  el big bang, al comienzo de todo' y 'escuchar a las hormigas cantar a coro'. ¿Quiénes son estos locos y locas, y cómo podrían enseñarnos lo que saben y ven?

KS: En mi casa, ha habido muchas personas caracterizadas como 'locos'; gente con brotes de locura, incluyendo mi abuela, que amaba profundamente a sus hijos y nietos. De camino a mi escuela, solía sentarse un 'loco', un antiguo profesor de malayalam, que recitaba poesía y explicaba las estrofas. Aprendí mucho de él y solía llegar tarde a mis clases, pues me quedaba como engatusado por sus charlas en la acera.
Las normas de la cordura no son fijas, cambian según cambia la sociedad y sus ideas respecto a cuál comportamiento es cuerdo y cuál es loco. Sabemos esto desde Foucault, al menos. Y parece claro que una persona del siglo X, o incluso del siglo XIX, consideraría el comportamiento de una persona del siglo XXI como completamente 'loco'. De modo que los que llama 'loco' podrían perfectamente ser personas con un nivel de conciencia superior al normal, con visiones y una comprensión que no son accesibles a la media. Conviene recordar que no son los 'locos' quienes han convertido al mundo actual en un lugar invivible, pero los 'sabios', los 'tecnócratas', los 'especialistas en desarrollo y en gestión', los 'políticos'. Han creado desigualad, desastres ecológicos, discriminación racial, nacionalismos ciegos y orgullosos con su subproducto más importante: la guerra.
Muchos de mis poemas hablan de la gente habitualmente catalogada como 'anormal': el loco, el tartamudo, el transexual, el homosexual. Tenemos que aprender a respetarlos. ¿No habló acaso Antonio Gramsci del "pesimismo del intelecto y el optimismo de la voluntad"? Pues es precisamente lo que los autores actuales necesitan: una comprensión realista de lo inhumano que se ha vuelto el mundo, y la esperanza de que aún puede cambiarse.




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