Benarés, de Kedarnath Singh
Hace tres días dijimos adiós a un gran poeta indio en lengua hindi, Kedarnath Singh. Nacido en Uttar Pradesh, Singh escribió algunos de los poemas en hindi más populares de los últimos años. Recibió dos eminentes premios, el Jnanpith Award y el Sahitya Akademi Award por su libro de poesía Akaal Mein Saras. En Aravali queremos hacerle un homenaje, hoy día mundial de la poesía, traduciendo uno de sus poemas, Banaras, en el que escribe sobre la ciudad donde vivió en su juventud. No es fácil escribir un poema sobre una ciudad tan histórica y significativa como lo es Benarés, sobre todo sin caer en estereotipos. Singh, a pesar de que no puede evitar incluir las palabras "vieja" (purana) y "gran" (mahan), consigue en este poema recrear la particular y magnética atmósfera de la ciudad, reconocible para cualquiera que la haya visitado.
Benarés
la primavera
llega de pronto a la ciudad
he observado que cuando lo hace
una tormenta de polvo se alza
en Lahartara o Maduvadih
y con sus granos de arena
irrita la lengua
de esta gran y vieja ciudad
lo que existe parpadea
lo que no existe eructa
un hombre va a Dashahvamedh y encuentra
que la última piedra al final del ghat
está un poco más suave
hay una extraña humedad
en los ojos de los monos sentados en las gradas
y la vacuidad de los cuencos de los mendigos
rebosa con un brillo fantasmal
¿has visto alguna vez a la primavera
descender hasta cuencos huecos?
justo así es como esta ciudad se abre
es así como se llena y se vacía
es así como cada día
carga con un cadáver infinito sobre sus hombros
saliendo de un callejón en la oscuridad
hacia las aguas brillantes del Ganges
en esta ciudad
el polvo flota a cámara lenta
la gente camina a cámara lenta
las campanas el templo repican a cámara lenta
el atardecer cae a cámara lenta
esta ciudad está tan aferrada
a su paso lento
al ritmo colectivo de su movimiento
que nada nunca cae al suelo
que nada nunca se mueve o agita
que cada objeto está siempre en su sitio
el agua permanece donde estaba
el barco está quieto en su amarre
las sandalias de madera de Tulsidas
han estado en el mismo lugar durante siglos
un día al alba o al anochecer
sin previo aviso
entra en la ciudad
obsérvala
a la luz de las velas votivas
su arquitectura es asombrosa
la mitad de ella está en el agua
la mitad dentro de una flor
la mitad dentro de un cadáver
la mitad de ella está durmiendo
la mitad dentro de una caracola
mira atentamente y verás
la mitad de ella existe
y la otra mitad no
la parte que existe
se alza sin soporte alguno
la parte que no existe
se apoya en pilares
altos pilares de ceniza y luz
pilares de fuego
y pilares de agua
de humo
de perfume
pilares de manos humanas en alto
durante siglos
la ciudad ha estado en la misma postura
congelada
de pie sobre una sola pierna
en las aguas del Ganges
haciendo una ofrenda eterna
a una sol invisible
su otra pierna
absolutamente olvidada!
Benarés
la primavera
llega de pronto a la ciudad
he observado que cuando lo hace
una tormenta de polvo se alza
en Lahartara o Maduvadih
y con sus granos de arena
irrita la lengua
de esta gran y vieja ciudad
lo que existe parpadea
lo que no existe eructa
un hombre va a Dashahvamedh y encuentra
que la última piedra al final del ghat
está un poco más suave
hay una extraña humedad
en los ojos de los monos sentados en las gradas
y la vacuidad de los cuencos de los mendigos
rebosa con un brillo fantasmal
¿has visto alguna vez a la primavera
descender hasta cuencos huecos?
justo así es como esta ciudad se abre
es así como se llena y se vacía
es así como cada día
carga con un cadáver infinito sobre sus hombros
saliendo de un callejón en la oscuridad
hacia las aguas brillantes del Ganges
en esta ciudad
el polvo flota a cámara lenta
la gente camina a cámara lenta
las campanas el templo repican a cámara lenta
el atardecer cae a cámara lenta
esta ciudad está tan aferrada
a su paso lento
al ritmo colectivo de su movimiento
que nada nunca cae al suelo
que nada nunca se mueve o agita
que cada objeto está siempre en su sitio
el agua permanece donde estaba
el barco está quieto en su amarre
las sandalias de madera de Tulsidas
han estado en el mismo lugar durante siglos
un día al alba o al anochecer
sin previo aviso
entra en la ciudad
obsérvala
a la luz de las velas votivas
su arquitectura es asombrosa
la mitad de ella está en el agua
la mitad dentro de una flor
la mitad dentro de un cadáver
la mitad de ella está durmiendo
la mitad dentro de una caracola
mira atentamente y verás
la mitad de ella existe
y la otra mitad no
la parte que existe
se alza sin soporte alguno
la parte que no existe
se apoya en pilares
altos pilares de ceniza y luz
pilares de fuego
y pilares de agua
de humo
de perfume
pilares de manos humanas en alto
durante siglos
la ciudad ha estado en la misma postura
congelada
de pie sobre una sola pierna
en las aguas del Ganges
haciendo una ofrenda eterna
a una sol invisible
su otra pierna
absolutamente olvidada!
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